Tuesday, May 31, 2005

Alberto se cubre los ojos

Sus ojos que no son no se dedican a ver, no les interesa hacerlo, sólo están cubiertos, están mentirosos, están sin él.
Sus ojos que no viven no son de él, son innecesarios, se van enterrando ellos mismos en los párpados, entre quimeras los van cerrando, de vez en cuando se asoman, se visten para la visita del espejo, muestran sus mejores ropas, pero aún siguen siendo ciegos, ya ni quieren ver, ya no lo quieren a el.

Alberto ante el espejo

Monday, May 30, 2005

Para mí, sólo para mí

Un suceso para tu desayuno

A la hora de tu desayuno te estaré viendo. Habré llevado toda una noche asomándome por tu ventana, la que con discreción ilumina la calle. Vigilaré los movimientos, tendré mucho cuidado al momento de observar lo que cocinas, que alimentos utilizas y la manera en la que los tomas, contare las veces que masticas, lo haré silenciosamente, pues no querré oírme diciendo cuando cuento el número de impactos que recibe el bocado en tu mandíbula.
El saber a tu comida entre los dientes me hará sentirme alterado, culpable o fracasado, da igual, nunca te pude querer más de dos días a la semana. Jamás te quise después del desayuno, no te veía atractiva ni amorosa, nunca me apasionaste, excepto al despertarme y verte poco a poco en tu ropa de dormir, sentada con poca luz y con los cubiertos en mano, preparada para iniciar el proceso.
No te será posible saberlo, no te enterarás que me encuentro espiándote mientras desayunas, y que no es lo único que ando haciendo desde la ventana de tu cocina, no te darás cuenta de la manera en la que voy a cometer mi acto, sabrás hasta que llevé a cabo el suceso…

Enrique Exaltado

Friday, May 27, 2005

El encierro

Me atrevo a decir que tengo miedo. Unos miedos pequeños que se van haciendo minúsculos con el paso del día y otros que crecen entre los minutos, llegando a ser grandes. Tengo algunos miedos, pero esos no me preocupan, los conozco desde su infancia, los he aprendido a vivir, los he traído conmigo por mucho tiempo. Me preocupan más los miedos nuevos, los que se avecinan poco a poco, los desconocidos, los ajenos, ellos si me dan miedo. Me encierran aún más en esta celda, ellos si me llevan lejos…


Hombre aterrado en su encierro.

Wednesday, May 25, 2005

Armando amenaza, se amenaza

Mi amenaza

Voy a meter lentamente los dedos, los colocaré en la rendija, será una sola mano, te la dejaré dispuesta. Los iré humedeciendo con la tinta, los pasaré por la tersa banda, quedarán bañados, quedarán tuyos.
Me quedaré con la mano atenta, sumergida, en espera, acariciaré los moldes, cada uno de ellos, cerraré mis ojos, te pediré cerrar los tuyos. Con mi mano libre te tomaré el pelo, haré caminos cortos con mis dedos, los pasaré por tu cabello, llegaré a tu desnudo cráneo, lo besare, me bajaré hasta tu cara, por tus cejas, las delinearé. Sellaré herméticamente tus párpados, me aseguraré que no los abras, seré delicado y constante con toda mi mano libre, mientras que con la ocupada sujetaré la seda, dibujaré figuras con tu tinta en mis dedos, trazos pequeños, imperceptibles, estaré pendiente a que presiones las teclas de la máquina y me escribas tu nombre hasta los huesos, en cada uña, una por una tus letras al tiempo que yo te voy tocando desde mi otra mano, la que no se vive rozando tu máquina.


Armando amenaza con su manía

Sunday, May 22, 2005

La fatiga

Ando cansado, traigo una fatiga eterna, añeja y desgastada. No la reconozco, jamás la había sentido cerca, me es desconocida. Creo que no hay remedio para ella, es progresiva. Degenera todo lo que poseo, se roba la expresión y los ánimos de mis gestos. Es una fatiga que destroza, que emplea los recursos para arraigarse, aprovecha todo lo de mí para alejarme, insensibilizarme, me va haciendo fragmentos de un algo, me hace apático, ausente, ya no estoy con nadie, ni conmigo, no me pertenezco, no se donde me encuentro, estoy cansado, pasivo, me estoy durmiendo, no hay mucho que hacer, ya está decidido.


Antonio eterno

Friday, May 20, 2005

Las cicatrices

Traigo puestas las cicatrices que él me regalo, las vengo vistiendo junto al verano. La gente cree que me andan doliendo, que aún no sanan, pero no, sólo estoy marcado, son parte de mí, son el mejor de los obsequios.
No creo traerlas arrepentidas en la piel. Ellas no se sienten avergonzadas de ser exhibidas, me han sido otorgadas, no veo por que cubrirlas, se ven sinceras conmigo, como son ellas, se ven como nosotros.


Ernesto...

Para la respiración

No me es fácil hacerlo,
la respiración no está en mí,
no la creo necesaria,
ni yo,
ni mi cuerpo queremos respirar,
mucho menos por las noches,
nos resulta inútil intentarlo,
simplemente no nos va.
No queremos iniciar esa lenta y definitiva muerte,
pero siempre nos andamos preguntando,
nos preocupa eso que respiramos.
¿Es acaso el aire?
Por que si es aire me asfixia,
nos asfixia,
si tú eres el aire
me cortas la respiración desde la raíz,
en serio,
no me deja en paz,
no me dejas vivir.
Y te lo digo,
por lo que queda de tus días
no, no volveré en ti.
y no, lo decidí,
no respiraré de ti.


Alberto C. en la asfixia.

Thursday, May 19, 2005

La Nota

Tú eres el mejor de los amantes,
El que no se queja ni obsesiona,
El que sólo ama
Y no como respuesta
Ni razón a una pregunta,
Quien mejor ama.


Notas para Antonio

Tuesday, May 17, 2005

Mis estrellas

En verdad no les miento. Aunque quisiera no podría mentirles, siempre me escuchan, están ahí destellando ante mi, para todo lo que necesito, tomándome desde la raíz, haciendo palabras en mí, y yo diciéndolas sin mentir, lo juro.
¿Creen que lo que digo no lo siento? A veces creo que así lo piensan. Claro que lo siento, no son cosas que quiera decir, pero surgen frente a ustedes y ¿como habría de callarlas? Después de todo las digo para ustedes y para mí.
Sé que suena extraño pero yo digo lo que quieren decir y no pueden hacer nada mas que escuchar lo que elegí saliera de mis labios, lo que me dan para decirles.
No, no me siento solo por algo se los digo, sé que lo piensan pero las tengo diciéndome que uno está solo cuando no habla consigo, yo hablo con ustedes ¿Pueden ver? Las tengo. Sin su silencio no sabría que hacer. No sabría que decir.


Están solas, estoy solo

Monday, May 16, 2005

De la arena al dolor

Con las manos silenciadas, el dolor se escapa, se me va lejos, bailando más allá de mis manos.
No lo puedo detener, el sabe el camino, el sabe como llegar, como recorrer el cuerpo, como pasarse al aire.
El lo sabe todo, mi dolor lo sabe todo.

Thursday, May 12, 2005

Desperdicio

El tiempo se nos escapa entre los ojos a cada segundo,
es un desperdicio que ya no lo tengamos,
que el aire desvista a los insensibles,
que mueva a todos los impacientes,
que estas miradas se den en excesos,
que sean los murmuros más dulces a los sordos,
que el espacio esté atrapado entre las manos,
que nos quedemos sobrantes con la ausencia,
que la lluvia nos bañe y estemos cubiertos,
que vigile mientras duermes para que jamás lo sepas,
que la luna se muestre cuando todos sueñan,
es un desperdicio.
La mudez constante,
la fragilidad,
la fuerza,
cada una de las manos,
cada vez que ignoras,
cada uno de estos días,
se vuelve,
se nos vuelve
el mayor de los desperdicios.
Que la vida se vaya lejos de los años en los que la atrapan,
que la infancia se reprima,
que los deseos se entierren,
que la piel se muera antes de una caricia,
que los huesos se quiebren sin ser abrazados,
y que tu calvicie llegue sin que en realidad hayas amado.


A Renata, a nosotros

Tuesday, May 10, 2005

Andan prendidas

Están sujetas. Están atadas con un nudo entre sus ropas, traen la marca, ellas lo saben. El viento decide moverlas con sus brazos, les place su decisión, les agrada el movimiento, se andan cayendo entre la prisión anudada de sus días. Se detestan por estar sujetas, por continuar en el alambre todavía. No les queda más que dejarse bailar con el viento. Son quienes andan por la vida atadas, condenadas, ni quien se interese por liberarlas, es su condena, debieron ser malas tiempo atrás. Ahora sólo están privadas, con los alambres se siguen viviendo, bailan en su lugar, como cojeando en regresiones, se escurren como los días en sus vidas, parecen ser felices en su acto, pero sólo se odian por estas prendidas y no poder escapar con el viento. La vida las está sujetando, las trae con sus manos, jamás las suelta, jamás les quita la pinza de su cuerpo.

Friday, May 06, 2005

La ceguera

El tiempo en el que quieras ver más allá de tus ojos
solamente ciérralos,
sin apretarlos,
estate de pie,
respira al lugar,
a la gente
y respírate como nunca.
Date cuenta de ello,
que atrás de ese par de ojos
no se encuentra quien tú crees,
que aún teniendo a la vista,
no te conoces,
habiendo nacido con ellos
no te eres capaz de ver.
Cuando sea ese momento,
mantenlos bien cerrados,
siente como todo está sin ti,
que las cosas no viven o mueren para ser vistas,
y aunque veas o no
con tus ojos de antes
o con los de entonces,
yo igual
estaré viendo como siempre,
con mis ojos tan cerca y lejos de ti.


La ceguera de Fernando

Monday, May 02, 2005

Retrasando a la noche

La noche ya no me espera, ella sabe que me estoy demorando, que no la conozco, que sólo la escribo, que me digo escribirla cuando me voy yendo, que me digo muchas cosas de ella, la lloro y la amo en las tristezas. La noche sabe que la abrazo cuando el final se va robando mi sombra, que nos indico amarla por la espera anunciada y por esta demora, que le aviso la llegada que pauso, reteniéndome a iniciarla. Ella sabe que la quiero, que me duermo al tiempo que ella, viéndola en la cercanía de la que no estoy listo, que me digo acercar cuando guardo las manos en distancias; pero aún así, la buena noche me sigue esperando. Sabe que dejaré de hablar de ella, que me iré a esconder con sus pequeñas hijas, y sus grandes amores. Ella me ve llegando desde lejos. Ya no quiere esperar. Yo estoy en la partida, el reloj continúa midiendo esperas, los niños llevándose al viento, mis pies decidiendo marcharse y mi amor en sus palabras, disculpando la tardanza, el retraso de su viaje, disculpándose con su paciencia.