Saturday, September 24, 2005

El final de tus ojos

Te tengo desde el amanecer al ocaso,
tan sólo el día amor,
yo te pido quedarte con mis noches
y es cuando tus ojos de final me anudan la garganta,
me quedo mudo de ti,
del día,
no te llego a decir
y mis brazos se dicen sofocados por esos ojos tuyos de la tarde
los que se llevan a dormir al día
los que nunca me dicen como ver
quienes huyen y huyen
y me dejan sentado de noche
a esas ganas de verlos de nuevo
de ver su final sin que se alarmen,
para evitar la salida
para despertar con ese par que me dure la noche,
pero me quedo sentado
con unas cuantas cuerdas
y poca agua amor,
me quedo dormido esperando tenerte cerca,
esperando tu día para poder quitarle el final a tus ojos.

Thursday, September 15, 2005

Guárdame las manos vacías en tu cuerpo,
estas manos solas amor,
estas manos muertas sin corazón,
guárdalas contigo,
déjalas tibias
déjalas con tus noches
con tu coraje
con tu desamor,
déjalas rebosantes,
a tu lado
en cada uno de tus poros
en cada cabello
en tus recuerdos
guárdame.
Guárdame en tus gestos amor
déjame en tus infantes labios,
esos bajo tus tristes párpados,
guárdame los días en tus piernas,
las horas
sus vientos indecisos
guárdame las lluvias que no he visto
la ausencia
los rumbos
las palabras,
guárdame entre tus dedos
que a ti mis días te traen seguido.

Guillermo ha menguado en cuartos

Monday, September 05, 2005

Siempre te traigo escrito

Traigo tus palabras escritas en la lengua
me las voy tragando mientras te espero
pensando que tal vez me sepan mejor dentro,
queriendo dejarlas cada vez más cerca,
más y más guardadas
para evitar su salida cuando hable de ti,
para que no se borren con mis simples idas
y se fijen con tinta por las vueltas.
Tu bien sabes amor
siempre te traigo escrito,
me repito en silencio tus ojos a diario,
tu boca
para no llegar a perderla,
la leo una y dos veces,
no quiero dejarla.
Así paso las horas,
leyéndote en el camino
poco a poco
diciéndome como huelen tus manos,
como tienen sus palabras,
como las tomo
y se borran
y se escriben
y me dicen que guardas algo por tu boca
una esquina abajo de la lengua,
la mejor palabra,
la que siempre traigo en los oidos
una que me leo después de oirla
quien sabe decirte
quien siempre quiero leer.

Sofía Sílaba