Wednesday, November 23, 2005

Noviembre

Tu rostro decidió esconder a Noviembre bajo tus párpados, se fue robándolo cada año, siempre te lo ha quitado.
Tu rostro sabe como guardarlo sin que tus ojos se enteren.
Tienes los años imcompletos en los ojos, tienes tristes las ojeras de saber que ya no caben más Noviembres, las tienes llenas de meses que no tienes.

Friday, November 11, 2005

Cuando me tienes dentro

Siempre que estoy en tu boca me parece cómoda. Tienes sembrados a esos dientes tan cansados que ya no pueden dejarme entre ellos. Sus tierras se han ido secando y de vez en cuando abriendo.
A tus dientes los han ido sacando las mareas de sus raíces, era imposible que con tantos años de tristeza te quedaran tan cerca de los labios. Eso sí, los labios te quedan intactos, te siguen quedando mentirosos en la cara.
Ahora, tu lengua me queda abajo. Jamás creí que tus dientes me sostendrían en domingo y que me fuera tocándolos, pasándome por sus tristes encías y pensando que ya que me tienes dentro no debes dejarme ir.

Monday, November 07, 2005

Tus piezas

Lo acepto. Nunca supe como armarte, las veces que lo intente no llegué a hacerlo como pedías que fuera. Constantemente te me perdías cuando quería moldearte.
Créeme, jamás quise que las piezas te quedaran chicas. Yo siempre me propuse idearte noches con luna, un tacto simétrico a tus labios y unos ojos con llanto desierto. Me pasaba los días pensando como darte una piel sabia, una inoxidable, una que tuviera la memoria de tus besos cerca.

El descorazonado

El escándalo llegaba al cruzar la calle, cuando el corazón se le caía más allá de los tobillos, macerándole recuerdos con su paso, con la mirada de frente, y el dolor fijo en las manos se quedaba al final del cruce fracturado.
A razón de los aplausos y de los gritos le venía el desamor, cuando los niños le preguntaban que había sido de aquel corazón, si lo tenía seco y extendido en aquella mano, si con las monedas que caían por los pies le volvía el amor. Las lágrimas que bajaban se llevaban sus ojos, se los iban secando poco a poco. Tenía desaparecido el corazón, lo había perdido en la avenida, entre la gente, debajo de las monedas.