Monday, April 23, 2007

Enumeración

He andado derritiendo azúcar con los dedos. Son las seis con quince, los días van pasando cada vez más rápidos. El café se ha enfriado. Continúo apretando los dedos, disolviéndola, es ligera, viscosa. A veces pienso en ti e imagino que apuro los dedos a tu boca, que te paso lentamente el azúcar por los labios, que cierras los ojos, que te olvidas que ya no me hablas, que te estoy invadiendo, que tu madre no esta a tus espaldas lavando los platos.
Desde que tus labios quedan disueltos y mis manos aún te besan, que tienen un lenguaje contigo, ya todo es distinto, vuelvo a reconocer que te amo, que me lo escondía por las calles. Esta noche quiero dormir tranquilo, espero no meterme en el olvido, no quiero ponerme a medir las tristezas ni en gramos ni en segundos, no quiero al rojo, no quiero pensar que tengo insomnio por que no recuerdo que me quieres, que te llamo y olvidas tu nombre, que te escribo y la dirección ni existe, que no hay remitente en mis palabras, que estoy muerto y que nunca me dijiste.
Los dedos comienzan a ponérseme fríos, primero era el café, ahora es esto, son acciones consecuentes. Ya no quiero andar escuchando gente hablando con mentiras como tangos, bailando por la demencia, por la cordura jamás desposada, hoy ya no se de ti, desde que caíste de labios y te pusiste a dormir.

Antonio

0 Comments:

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home