Fortuna

Ver las nubes tras tus piernas
el sabor de tus brazos
la luna anuncia a lo lejos de tu espalda los eclipses
tus relieves
pasan las aves
los niños.
Hoy soy afortunado
nos amo
los dientes caídos por los sueños
náufragos
húmedos silenciosos
y el pie de la vecina que disfraza por hijo
arropándola
pequeña resfriada
inexistente
todos te visitan de mañana
preciosa
alegría legítima.
Tus labios me recorren el cuello
el final ya nos queda lejos amor
once cuadras más allá
después
ya no es final,
hay que visitar a los perdidos
reencontrarse.
Sólo amanece
a la altura del ombligo
entre los dedos
amanece por tus manos,
entonces muerdes mi espalda
es ahí cuando yo río
y despierto con tu sonrisa en mis labios
por mi cara,
que fortuna es despertar contigo

Beatriz R. C.